La escritura es una circunstancia que no se puede
obviar, no se puede ser escritor sin escribir. Y cuando uno escribe, corrige, corrige todo el tiempo, no nos podemos quedar con la falencia de la primera escritura, hay que seguir, la constancia va
de la mano con el ingenio, de lo contrario, nos quedamos en la inacción.
Las palabras cuentan pero además, son lo que pasa, la literatura en realidad es una expresión humanista atravesada por otras circunstancias, y estas hay que verlas a través del tiempo.
En los puertos literarios que he visitado, que visito, he recalado en el cuento, por decirlo de una forma literaria, y si esbozo algo de este género, no puedo obviar hablar de Borges.
Ficcionaliza, Borges ficcionaliza la filosofía, lo ficcionaliza todo, cree que todo está hecho de idioma, hizo un culto a los libros y al pensamiento.
Con el nunca se sabe: homenaje o burla? La ambigüedad llevada al último límite, escribe ensayos como cuentos y cuentos como ensayos, invierte los resortes técnicos. Insiste en que el idioma es
también una traducción, no es lo mismo escribir masacre en el siglo XX o en el XII.
Todo tiene que ver con el idioma según Borges. El idioma es una clasificación genérica, si digo: árbol hermoso, podemos quizá estar de acuerdo en lo que es hermoso, pensando en que lo que es
hermoso para mi, lo fuera para otro. Asimismo, árbol, que clase de árbol? Alamo, ciprés, manzano, alto o bajo? En que parte del mismo reside su hermosura? Es igual siempre o cambia con los vientos
del norte? A pesar de esto debemos simplificar, para esto usamos el idioma, aunque limitado, necesario para un entendimiento genérico. El lenguaje es como un juego donde hay que tratar de ser lo más
eficaz posible.
Borges veía todo como construcciones literarias, como textos. Difícil de encasillar este Borges, era Nominalista (Bertrand Russel/Finkestein) puede ser, no se sabe, con el nunca se sabe, era y no
era, siempre con la ambigüedad. Defendió el rigor del azar, las inflexibles leyes del azar, nueva refutación del tiempo, todo es paradójico, dice que no existe el tiempo más allá del instante, su
mira estaba puesta en la estética, la realidad es un laberinto del que no se puede salir, uno se entretiene jugando, solamente jugando, el lo hacía con juegos verbales.
Debo decir que entiendo que nadie sabe como llegar a Borges, solo se puede decir me gustó, no me gustó, pero entenderlo ya es más difícil.