Trabajos literarios del autor
Intervalos en la montaña - Robert Frost -
Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia
Reseña biográfica
Poeta norteamericano nacido en San Francisco en 1874.
Al terminar estudios básicos en Darthmouth College de New Hampshire,
ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard
carrera que suspendió en 1899 debido a problemas de salud.
En 1912, buscando un mejor futuro, viajó con su familia a Inglaterra donde permaneció tres años en los cuales publicó su primera colección de poemas "La voluntad de un
muchacho" en 1913. De
regreso a Norteamérica apoyado por amigos poetas como Ezra Pound, adquirió gran
fama y fue reconocido como uno de los grandes poetas de su país, con trabajos
como "Intervalos en la
montaña" en 1916, "New Hampshire" en 1923, "El arroyo que fluye al
oeste" en 1928, "Una cordillera de más
allá" en 1936, "Máscara de la razón" en 1945 y "En el calvero" en 1962.
Recibió el premio Pullitzer en cuatro ocasiones.
Falleció en Boston en 1963
ANÁLISIS LITERARIO
Concientiza que eligiendo un camino hubo otro que podía haber transitado, ese no elegido existe la sensación de la preponderancia de que ese recuerdo se patentiza en su vida, consistiendo la
misma en la pérdida (el no elegido)sin embargo no es algo que lo preocupe.
Cualquiera de los
dos caminos podría haber sido el elegido, pero eligió uno aunque los dos eran
casi iguales, pero lo que destaca es la opción, pudo optar y lo hizo por el
menos transitado descartando el no elegido.
Siempre se tiene opciones diferentes y uno puede elegir, elige opciones de vida pero eso produce una incidencia ya que no es lo mismo por una cosa u otra. Esto nos lleva a lo que uno puede
plasmar como angustia existencial que deriva de la decisión. Es en definitiva la libertad la que da la posibilidad de elección en la sucesión de causales que forman la vida.
Análisis de texto
¡Ay, mísero de mí, ay,
infelice!
Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
contra vosotros,
naciendo.
Aunque si nací, ya
entiendo
que´delito he cometido:
bastante causa ha tendido
vuestra justicia y rigor,
pues el delito mayor
del hombre es haber
nacido.
Sólo quisiera saber
para apurar mis desvelos
dejando a una parte,
cielos,
el delito de nacer,
qué más pos puede ofender
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás
nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
que yo no gocé jamás?
Nace el ave, y con las
galas
que le dan belleza suma,
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en
calma;
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?
El texto pertenece a la escena segunda del libro "LA VIDA ES
SUEÑO" cuyo autor es Pedro Calderón de la barca, poeta y uno de los
máximos representantes del teatro barroco.
En esta escena Segismundo se queja amargamente de su destino. Compara su
falta de libertad con la de otros seres que sí gozan de ella. Narra aquí el
personaje principal en una primera parte y luego hace una descripción
desmenuzada del ave.
Monografía: Influencia del erasmismo en el Lazarillo
de Tormes
Autor: Aldo Del Zoppo Forno UNED 2011
El erasmismo,
además de haber sido un rasgo elemental del siglo XVI, ocupó un lugar central
en la vida de la época. Convertida en una verdadera tendencia española, el
cristianismo y el anticlericalismo de Erasmo encontraron en España las
condiciones culturales y sociales adecuadas para su adaptación y se arraigaron
firmemente en la sociedad convirtiéndose en una corriente original española.
Fue un movimiento
con un enclave de profundo carácter religioso que pretendía elevar la
espiritualidad de los cristianos volviendo al evangelio y la caridad, que
traspasó el Renacimiento llevando sus ecos a siglos posteriores.
Su influencia se
percibía en distintos campos de la vida española como política, religión,
moral, filosofía y literatura. Muchos investigadores señalan el influjo del
erasmismo en novelas pircarescas como el Lazarillo de Tormes, pero las obras de
mayor trascendencia que recibieron y reflejaron el espíritu erasmista son: el
viaje de Turquía de Andrés Laguna y De
los nombres de Cristo de Luis de León y sobre todo el Quijote de Cervantes y en
personajes de siglos posteriores a los mencionados.
Erasmo no fue el
primero en hablar de una reforma espiritual en España, en criticar la
metodolgía escolástica. Su movimiento, liberal y europeísta, fruto de las
corrientes españolas y tendencias europeas, fue un rasgo fundamental del
humanismo cristiano, cuyo centro de gravedad residía en la formación del
hombre, ocupando un lugar esencial en la educación moral que confiere mucha
importancia a la libertad, una tarea ética que forma el espíritu del hombre.
Muchos son los
desencuentros de filólogos respecto a la supuesta incidencia del erasmismo en
el Lazarillo, Marcel Bataillon, ve en esto solo una apariencia, considera que
el anticlericalismo del Lazarillo es más tradicional que erasmista. En este
sentido (tradicional) sus raíces se hunden en los fabliaux, breves poemas narrativos
franceses de los siglos XII y XIV, con un contenido humorístico de carácter
popular con el propósito de provocar risa, centrándose para ello en ambientes y
personajes reales y vulgares.
Rosa Navarro Durán
(filóloga y catedrática de literatura española, UB) enumera en su tésis la
cantidad de amos a los que ha servido el Lazarillo, pasando por alto la
escencia de la obra: el personaje y su evolución. Este desfile de personajes lo
recoge Valdés de una tradición clásica, utilizándolo como recurso dialéctico en
defensa de su pensamiento erasmista. Pero en Valdés esos personajes son simples
arquetipos mientras que en el Lazarillo cobran vida, son reales y hacen crecer
a Lázaro como personaje. Toda esta enumeración es para mostrar una vía
clerical, sin embargo, no todos lo son, no todos son clérigos, siendo los amos
más importantes, el primero y el tercero, o sea el ciego y el escudero. Es
claro que la evolución de Lázaro se debe principalmente a la influencia del
ciego, que le enseña a sobrevivir y al escudero que le enseña a huir de la
negra honra. Todos los demás personajes enseñán algo, pero lo esencial ya le ha
sido dado.
En este Sentido
Rosa Navarro dice:
"Todos los
amos de Lázaro tienen en común una vivencia de la religión que los hubiera
condenado indudablemente desde una mirada erasmista. Salvo el maestro de pintar
panderos, del que no sabemos nada, porque su presencia podría parecer que se
debe a crear tiempo en la vida de Lázaro, como apuntó Manuel J. Asensio, ya que
dice inmediatamente "siendo ya en este tiempo buen mozuelo". Y el
alguacil, que le ofrece un modelo que no le gusta a Lázaro por ser su
"oficio peligroso". Pero los dos son los únicos que no tendrían
cabida en el desfile de ánimas valdesiano porque ni son clérigos ni cortesanos:
ésta es la razón de su breve tratamiento en el Lazarillo; son meros personajes
de relleno, que aumentan la experiencia de Lázaro y que la hacen más verosímil;
pero que también disimulan el hecho de que el muchacho esté al servicio de
tantas personas relacionadas con el ámbito eclesiástico, porque éste es el
propósito de la obra, visible para lectores cómplices del escritor, que
gozarían con su punto de vista."
Se puede decir que
esa mirada erasmista muestra un espíritu de reproche hacia la vida clerical,
sin embargo el espíritu de Erasmo es otro, sí es verdad que ejerce una
reprobación hacia los clérigos, pero no es la de vivir mal ,sino, la de creer
mal. Pero todo esto no quiere decir que
el erasmismo no contribuyera a crear la atmósfera en que surge el Lazarillo. Existen
más rasgos de un anticlericalismo tradicional que de la auténtica doctrina
erasmista; los clérigos no ejemplifican una falta de fe sino una falta de
comportamiento social y no hay en el Lazarillo una fe religiosa ni una práctica
del cristianismo ideal.
Conclusión
Se ha sugerido con
frecuencia que el autor de la obra era un erasmista aunque nada de la enseñanza
positiva de Erasmo está presente en el libro, pero una mirada hacia el interior
de esa hipocresía y desenmascaramiento del corazón no cristiano de una sociedad
aparentemente cristiana da lugar a imaginarse un origen erasmista, al menos en
"apariencia"(Bataillon). Los ecos de la corriente erasmista
seguramente han influenciado de alguna manera en su creador, pero no parece que
el erasmismo sea la columna vertebral de su ideología.
Por otra parte los
rasgos surgidos son de un anticlericalismo tradicional, más que de una
auténtica doctrina erasmista, los clérigos no ejemplifican una falta de fe,
sino más bien una falta de comportamiento social y no hay en el Lazarillo una
fe religiosa ni una práctica del cristianismo ideal.
Un Lazarillo
erasmista, merecería más que la sospecha de un escritor influenciado por la
doctrina o la coincidencia de los personajes con el atavío, que ni siquiera son
exclusivos de la idea.
El autor del
Lazarillo es una incógnita que aún no ha sido dilucidada, es sin duda anónimo
por conveniencia, pero su filiación es parte de esa duda, no así el ámbito en
el que se dio su nacimiento, dio a luz en un tiempo de cambio contrarrestando
aquel oscurantismo convertido en luminosidad a partir del siglo XVI y abonado
por un pensamiento crítico donde Erasmo fue palabra autorizada, creando una
ambiente propicio en contra del protestantismo y a favor del papado. La
picaresca desde el Lazarillo nos ofrece con ojo psicológico e intención
satírica un aspecto de la sociedad de la época, que habían silenciado los demás
géneros literarios del momento.
La picaresca desde
el Lazarillo nos ofrece con ojo psicológico e intención satírica un aspecto de
la sociedad de la época, que habían silenciado los demás géneros literarios del
momento.
Bibliografía:
Marcel
Bataillon ( Biografía) Wikipedia
Luis
Vives fue el autor del Lazarillo de Tormes.
Francisco Calero Uned
El
erasmismo español: Una tradición humanista española.
Shinjiro Ando
Ensayos de filología y Semiótica hispánica. Aldo Ruffinatto
La
novela picaresca del siglo XVII. Justo Fernández López
El
Lazarillo sigue siendo anónimo. Valentín Pérez Venzalá
Alfonso
de Valdés (1490-1532) ( Biografía) Wikipedia
La
verdad sobre el caso del "Lazarillo de Tormes". Rosa
Navarro Durán
BARROCO
Este movimiento tuvo sus inicios a
finales del siglo XVI, prolongándose hasta finales del XVII, simbolizaba lo complicado, lo irregular, lo
desordenado. De una belleza artificial
más auténtica y verdadera que la belleza aparente de la realidad, denunciando
en forma satírica los aspectos más agradables de la misma.
Se le da distintos significados,
extravagante, neologismo, Larousse lo ve como algo de mal gusto, la RAE que es
algo múltiple, otros lo ven como algo recargado, decadente. Pero en realidad no
es siquiera una forma o un estilo, una construcción compleja, recargada y
causativa, sino más bien es realmente un espíritu, una forma de interpretar la
vida.
Hay muchos escritores barrocos que lo hacen verdaderamente bien. El romanticismo es barroco. América fue barroca desde siempre, en aquel continente no llegó ni
el estilo gótico ni el plateresco. Toda simbiosis, mestizaje encierra un barroquismo. El barroco es un horror a vacío, fraseo largo que trabaja por asociación, donde se intenta responder a muchas
cuestiones. Se necesitan muchos adjetivos, se repiten palabras si es necesario, se implica el autor en que no haya vacío de significación, mucho lenguaje. Esta compleja estructura narrativa se nutre
de una gran cantidad de adjetivación, gerundio, participio, adverbio, todo para evitar el punto. La coma es el nexo hacia la otra frase, con una sintaxis lógica para alargar las frases. El camino es
engordar el idioma, sin que nos queden resquicios, espacios vacíos. Hay una asociación, una morosidad y en esto hay una implicante paciencia, mucha paciencia. Sin tener el rigor lógico
del
Clasicismo, se destaca por un ritmo lento y su única lógica es la profusión, se logra con todos los sentidos, se mete todo el cuerpo en la escritura, esta forma
es una catarata de causalidades que se desbocan, que van creando imágenes asociadas. Es jugar con el sentido y mucho con la música, esa música que distingue a un escritor. El idioma maneja al autor,
más que el autor al idioma, lo lleva de las narices. El lenguaje es el protagonista principal. Podemos agregar además que hay cosas que tildamos como de maravillosas, pero estas no lo son simplemente
por su belleza, sino por lo extraordinario que se nos presenta en su elaboración. Extraordinario por maravilloso más que por bello.
Carlos Fuentes, Alejo Carpentier son
representantes de esta forma profusa de escritura.
Veamos el siguiente texto
“ Había caminado en forma muy lenta,
pero igualmente consideraba haber hecho el largo y sinuoso trayecto al lugar
del consabido destino, demasiado pronto, pero ya estaba en la casa, en la casa
del frío mármol gris, donde todo era gris grisáceo como en un día londinense,
donde todo parecía acaramelado, debido a la dulzura de su lengua, la voraz
lengua de su nada desdeñable dueña, la deseable dueña de la lengua roja como
latente sangre, que lo era también de esa casa grande que no solo estaba
formidablemente descripta por el gris inanimado, sino por la generosidad de sus
ambientes colmados de amplitud, excesivamente luminosos, lógicamente enormes,
de techos abruptamente altos como monstruosos monumentos, de yesos trabajados
como en otro dorado siglo, de uniformes pisos de madera dura y confiable como
la vieja abuela de Jorge (porque la abuela de Jorge era tan confiable como
análogamente no lo era Jorge), únicamente la biblioteca estaba finamente
alfombrada con una alfombra tan verdosa como el grosero mar de las Antillas;
libros, libros de todos los tamaños: grandes, chicos, finos, gruesos, libros
bellos de todos los autores, de los más disímiles pensamientos, de las mejores
historias más contadas, de las menos, del amor y el desamor, de la vida y de la
muerte, porque quien fuera titular de ese impecable y espacioso recinto (me
refiero a la biblioteca) se lo llamaba el tesonero hombre de la muerte: adoraba
hablar mucho, escuchar atento, observar apaciblemente el llenado de la muerte
dentro de los cuerpos inertes. Si uno se paraba cual si un verticalísimo eje
perfecto en el centro perimetral de aquella biblioteca circular y giraba sobre
si mismo, solo veía libros, libros y estantes de madera lustrada; bellos
libros, especiales para desarrollar un taller literario de los mejores, de los
más completos e informativos, porque allí estaba absolutamente todo, todo lo
necesario, todo lo que uno podía esperar en una fiel conjunción de papel y
letra, especial para que Daniel, que, siempre expectante, siendo un
extraordinario tejedor de intrínsecas relaciones entre las adoradas almas de
sus propios y confiables personajes; Daniel, un escritor de estirpe, pues su
creativo padre lo había sido también - vaya si lo había sido!, uno de los
mejores y más destacados del complejo oficio, un excelente escritor de espíritu
notablemente barroco, maravilloso cultor de las formas – Daniel, estirara sus
finos y largos dedos y eligiera fortuitamente al azar un autor, Daniel, un
tertulioso bohemio pelilargo que sabía acabadamente más de lo que decía y decía
bastante y nunca demasiado, porque hablaba mucho, hablaba de lo que pensaba y
decía lo que pensaba y era libre cuando lo hacía, que amaba desaforadamente
como nadie y por eso había llegado hasta ese inmenso lugar colmado de
equilibrada quietud, por eso estaba justo ahí, en la casa de mármol gris,
porque la dueña de la casa, la de la voraz lengua roja como sangre latente, la dueña de la casa
del frío mármol gris, un gélido gris londinense, la deseable dueña de la casa
grande de ambientes generosamente llenos de amplitud, excesivamente luminosos,
lógicamente enormes, de techos altos como monstruosos monumentos, de blancos
yesos trabajados como en otro dorado siglo, de uniformes pisos de madera
confiable como la añosa abuela de Jorge, ella: María, con nombre de inmaculada
virgen, pero sin serlo, no solo amaba en el, (en Daniel) su virtuosa y abundante
sapiencia como literato, sino su excluyente poderío amatorio, por eso el estaba
allí, no solo como excelente escritor, aunque también por eso: porque la
ayudaba a persistir en el tan olvidado para ella, mágico mundo de las letras,
sino que también gozaba, hipergozaba en forma incomparable con el, como nunca,
del modo más sublime y estentóreo, de todos los modos posibles e imposibles, se
sentía la más querida…”
A la hora de comenzar a escribir, se
debe ser libre, romper las cadenas de situarnos en hacerlo de tal o cual forma,
ser libres es algo fundamental para poder explayarnos. No hay que tomar
posesión intelectual de proponerse elegir el registro técnico de antemano, lo
contrario denotaría una falta de espontaneidad que el lector seguramente
percibirá. No podemos sentarnos a
escribir en barroco o cualquier otra forma literaria en forma preconcebida, eso
está dentro de uno, vive dentro de uno mismo. Lo técnico es lo menos importante
a la hora de escribir, hay que aprenderlo, saberlo, hacerlo rápidamente para
olvidarlo de la misma forma: rápidamente, lo técnico es solo una herramienta
que nos ayudará en el camino elegido.
El barroco el es el espacio de la No
Norma, todo puede estar bien o todo puede estar mal, es, la más absoluta
Libertad.
El Expresionismo se parece al barroco,
pero consta de una menor profusión, el lenguaje no engorda en la forma que lo
hace en el barroco. Lo Clásico es contrapuesto al barroco, es pensar, sentir
distinto. Se trabaja por sustracción, se adjetiva solo cuando es imprescindible,
hay un rigor lógico, implícito, fraseo corto, seguimiento de la acción.
Narración de superficie, un encuadre casi cinematográfico, se cuenta con lo
esencial, predomina el campo visual. En este tipo de escritura se siente la
realidad de otro modo que en el barroco.
Escritos de Radio - Contapunto - en el 97.7 del dial
Gulliver y sus encantos literarios
Jonathan Swift impregna de un carácter satírico sobre la sociedad que perdura a lo largo de la
historia, donde se disecciona entre fantasía y sustrato político.
Siempre he pensado que cuando uno hace un análisis literario, cuando tratamos de interpretar el texto todas
las lecturas nos llevan a un cierto grado de consistencia entre una y otra. Quizá se pueda entender bien en el caso de Cortázar cuando en la Universidad de Berkeley contestando a algunos
interrogantes de los asistentes con cuestiones a las que no era muy dado contestar como el porque de sus comas y sus giros literarios sobre la verdadera historia que nos quería contar.
Interpretaciones las que se quiera del lado de los lectores, pero ahí reside lo creativo que no solo llega del lado del escritor, al menos que el escritor se decida por desmentir aunque rara vez
ocurre, a veces porque desaparecen o no desean manifestarse al respecto, lo que indica que cualquier lectura que se haga es plausible de ser interpretada de una u otra forma.
La literatura muestra un dibujo que hace a las formas, sin embargo la verdadera visión que nos deja es lo
que sucede en el entorno social, contexto este al que pertenece el escrito en ese momento que es su vida.
Swift escribe parodias en una inclinación contínua a la ironía social, esto obvia decir que era un
participante activo que castigaba con panfletos en Inglaterra e Irlanda con un amplio conocimiento de la vida institucional, política y eclesiástica de Dublin.
Es significativo que siendo Torie mostrara desazón y desesperanza marcada en la ironía que marcó su
obra. La conclusión es que Jonathan era más anarquista que Torie y de allí su mirada crítica a la falta de virtuosidad de los gobernantes, su hipocresía y estupidez de ver la guerra como
solución a los problemas.
Los Viajes de Gulliver se analizan comportamientos, vicios y verdaderos problemas que sufre la humanidad a
causa de los propios gobernantes "elegidos" por el propio pueblo. En realidad Swift analiza lo que pasa en los lugares que visita en su periplo. Liliput el contraste manifiesto son los tamaños pero
se capta mejor el contraste que se manfiiesta como ajeno a la igualdad, en una sociedad feudal, con una adminstración de justicia en base a premios y no a castigos, funcionando asi una justicia en
base a recompensas, esto lleva a que aquellos que hagan comprobable su sumisión al poder tienen el derecho de obtener título nobiliario acompañado de una importante suma de dinero. Nada falta en la
ironía de un mundo que funciona del revés como conseguir un mejor empleo en la corte a base de piruetas sobre una cuerda frente al rey.
Es significativo la división existente en la sociedad Liliput, haciéndose patente aquella historia que se
cuenta enla sociedad de que los huevos se rompían por la parte más ancha, pero el rey un día decidió que se haga por la parte más delgada, eso dividió a la sociedad, los habitantes creían ver en la
medida una banalización de la tradición y muchos conservaban la forma primitiva del acto mientras que otros obedientes lo hacían según la decisión de su rey, la sustancia de todo esto es la
incomprensión de las guerra civiles y sus orígenes. Hay también una circunstancia insoslayable que se genera en los vecinos de Blesfuscu respecto a las constantes disputas con los liliputenses donde
afloran los apetitos personales y prepotencia de los gobernantes.
El lo referente al tamaño, Gulliver nos muestra la implicancia de dar miedo y tenerlo, en Liliput el es un
gigante pero en otro de sus viajes pasa lo contrario, se concientiza así que se puede estar en un lugar como en el contrario siendo fuerte pero también débil ante la fortaleza del
otro.Por último en el país de los hechiceros Glubbdubdrib, donde gracias al poder del rey Gulliver puerde hablar con Aristóteles, César
otros y manifestarles que la historia siempre se ha escrito desde la parcialidad y a conveniencia de los ganadores. En el caso de la sociedad gobernada por cavallos se invierte el lugar que ocupan
los humanos que pasan a ser inferiores. Cuando comparte ese pasaje de su vida con los animales comprende el valor de la justicia, el respeto, la prudencia y la destreza, marcando un opuesto respecto
a lo que sucede cuando los humanos ocupamos los lugares decisorios en las sociedades en una manifiesta demostración destacada de hipocresía, corrupción, mentira o traición.
La crítica social y politica vive en las letras de Jonhatan Swift, dotada de una sátira pesimista sin
parangón en la literatura quizá a la altura del encumbrado libro del portugués Fernando de Pessoa, Libro del desasosiego.
Frase final del compendio de viajes de Gulliver: "La naturaleza se satisface con poco, y la necesidad es la
madre de la invención"